AGIANTZA

Entradas con la etiqueta ‘arin8’

¿Quien se arriesga a decir que la crisis actual ya ha terminado?

Solamente los que venden y anuncian que la recuperación ya está aquí, llega en el otoño, luego dicen que en el invierno y luego que en la siguiente primavera. Los que ocupan la cima del «prestigio» social con la seducción de sus formas nos venden esa espuma. El elixir del estar en forma permanentemente se puede adquirir en cualquiera de sus «auditorios». Debemos seguir trabajando para evitar la imbecilización a la que nos pueden llevar si seguimos sus discursos.

Hablamos de nueva mirada cultural de la realidad. Cultura no es rodearse de una sofisticada parafernalia electrónica, arrastrado por  los encantos sensuales del mero entretenimiento. Ahora cuando el determinismo histórico ha pasado al museo de la historia de las ideas; debemos andar con cautela para no tirar valores profundos de nuestro pueblo con el agua sucia de la palangana.

Albert Einstein descubrió que la materia hace curvo el espacio, demostró que toda masa dobla el espacio a su alrededor, igual que las canicas en el bolsillo de un niño hacen curvo el tejido del pantalón. Si el Sol atrae a la Tierra, no es porque sea el centro de una fuerza gravitacional que actúa a distancia, sino porque curva el espacio que lo rodea, con lo que obliga a nuestro planeta a aproximarse por el «plano inclinado», a pesar de todas las aplicaciones que su saber nos dió, tenemos que reconocer que las ciencias conocen sólo fragmentos de la realidad. La realidad se muestra, lo real se demuestra. Sin embargo ¿qué es lo real?

Durante siglos las personas prefirieron confiar en sus cinco sentidos y se equivocaron. Pitagoras nos invitaba a la intuición por eso hablaba de cosmos y no de caos, tal vez habríamos sido más felices.

No debemos seguir con nuestros egos inflados, aunque seamos los únicos animales que preparan su propio alimento, somos seres tan brillantes como frágiles. Hay algo extrano en esos animales supuestamente inteligentes conocidos como hombres y mujeres; como intuía Rumi, el hombre supera infinitamente al hombre.